Jayena

JAYENA – RUTA DE LOS RÍOS – ALTO DE LOS MORROS-MESILLA – JAYENA

El punto de salida de esta ruta es la Plaza del Ayuntamiento de Jayena: por el camino del Molino de aceite nos dirigimos hacia la junta de los ríos Chico y Grande, desde donde divisaremos una panorámica del pueblo, destacando la torre del campanario de su Iglesia del Santísimo.

Al encaminarnos por el margen derecho del Río Grande encontramos el sendero hacía la Mesilla de Jayena, quedando a la izquierda el camino hacia la Fuente del Quejigo, manantial de frescas aguas. Tras una subida de 1,5 km (aprox.) llegamos a la mesilla desde donde podemos divisar el Pantano de los Bermejales, la Sierra de la Mora, Sierra Nevada, Jayena y gran parte del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Alhama y Almijara.

Dejamos atrás la Mesilla y guiamos nuestros pasos hacia el paraje de La Zaliega, lugar donde antiguamente los pastores depositaban terrones de sal para que su ganado la comiera y así completar su dieta pobre en éste mineral. Siguiendo la ruta llegamos a Los Llanos desde donde podremos observar el Aeródromo del Infoca. Aeródromo del Infoca, al fondo. Retama

Durante todo el recorrido y si vamos en silencio podremos observar la fauna autóctona del Parque: cabra montés, ciervo, águila, perdiz, zorro… podremos disfrutar de los maravillosos aromas y colores que nos ofrece la flora del lugar: romero, salvia, lavanda, mejorana, retama, pinos resinero y Carrasco, encina….

Bajamos por la Cuesta del Pino, de dificultad baja y constante zigzagueo para llegar hasta las Cruces de Mazahate, dedicas a la memoria de un padre y un hijo allí muertos por unas rencillas laborales en tiempos de pre-guerra. Cruces de Mazahate Pista Haza de la Encina Siguiendo el curso del Río Cebollón, dejamos atrás la Cueva del Ruedo de los Hornos, conocida por ser lugar donde los Maquis y la Guardia Civil tuvieron un enfrentamiento en tiempos de posguerra, hasta llegar a Las Hazuelas. Desde allí cogemos el sendero, una subida pendiente, que llega al Mirador de Los Morros o Mirador de Marcelino desde donde se puede divisar el Parque en toda su plenitud: El Lucero, Piedra Sillada, Salto del Caballo, Cabañeros, Navachica, Peña del Águila… En este lugar haremos un alto en el camino para reponer fuerzas.

Saliendo del Mirador encontramos una pista forestal de 1 km (aprox) para adentrarnos en el sendero que nos lleva hasta la Haza de la Encina, donde podremos ver los restos (tiestos, bidones de resina) del intento llevado a cabo años atrás de explotar los recursos del Parque en cuanto a la producción de resina se refiere. Continuaremos hasta los Tajos de Rando para llegar al Área Recreativa El Bacal. Tajos de Rando Área Recreativa “El Bacal” Desde El Bacal enlazaremos con el Sendero de Los Ríos que discurre paralelo al Río Grande y a lo largo del cual conoceremos la antiguas Caleras, usadas para fabricar la cal con la que los vecinos del pueblo han pintado las fachadas de sus casas desde tiempos inmemoriales para hacerlas más cálidas en invierno y más frescas en verano, pasaremos por el paraje de Las Herrerías donde, en tiempo de los romanos, existió un horno para procesar hierro y otros minerales, aún quedan vestigios en forma de piedras de la escoria resultante de este proceso: los llamados “Mocos de herrero”. Si vamos atentos a las zonas secas del curso del río podremos encontrar algunas de estas piedras.

Caleras de río Grande Sendero de Los Ríos Mocos de herrero Barandas del sendero El final del sendero es, nuevamente, la junta de los ríos Chico y Grande, volvemos sobre nuestros pasos por el camino del molino de aceite y concluimos la ruta en la Plaza del Ayuntamiento.